Cuando afrontamos una reforma es
muy común cambiar la distribución de la vivienda o local, realizando nuevos
tabiques interiores, mejorar térmicamente y acústicamente la vivienda con
trasdosados o simplemente haciendo
pequeñas mochetas. ¿Qué tipo de tabiquería es la más aconsejable?
Tabiquería ligera con paneles de cartón-yeso |
Lo normal, cuando demolemos una
tabiquería interior de una vivienda existente es encontrarnos un tabique
compuesto por yeso + bloque de hormigón/ladrillo + yeso, cuyo espesor suele
oscilar entre 11-19 cm. Este es un tabique que podemos denominar pesado, cuyo
proceso de ejecución es laborioso ya que además de no poder hacer más de 25-30
m2 por día de tabiquería, cuando apliquemos el revestimiento tradicional, el
yeso, tendremos que esperar de 7-21 días a que se seque.
Ante esto, podemos optar por
sistemas de tabiquería de los denominados ligeros, formados por una estructura
metálica interior y placas de cartón-yeso en cada cara. Además de poder
incorporar en el interior del aislamiento térmico o acústico que deseemos
podemos variar el espesor del tabique, variando el tipo de perfilería a colocar
de 48-70-90 mm. La principal ventaja de este sistema es la rapidez, ya que un
tabique que se ejecute en el día de hoy, al día siguiente, si los empastados se
realizan correctamente, se podrá pintar, con la rapidez de ejecución que este
implica.
Estructura de tabiquería ligera |
Con la certificación energética,
muy de moda y ebullición en estos días, una de las mejoras que propone el
programa es realizar trasdosado por el interior de las paredes de fachada para
mejorar la inercia térmica de la vivienda.
Esta medida en las reformas, en
función de nuestro pequeño proyecto, puede generar pequeñas
pérdidas de superficies útiles, remates en los huecos si no cambiamos la
carpintería, etc.
Ligereza, rapidez, pesadez,
tardanza, es lo que tendremos en función del sistema de ejecución de esta
unidad de obra.
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